El magazine estrella del canal de Tele 5 español, Sálvame, es seguido desde hace años por millones de españoles. Pero llamar a ese producto basura es dignificar cualquier desecho. Sálvame no es basura, es una herramienta de seducción y anestesiamiento masivo. ¿El objetivo? Ganar almas para el diablo.
En la fotografía siguiente, realizada para celebrar tardíamente el 5 cumpleaños del programa, se aprecia fácilmente la relación íntima que existe entre el asqueroso programa español y la Religión Oculta. La simbología esotérica es evidente. Y el principal símbolo, el famoso Ojo de Lucifer. La idea, al parecer, habría sido cosa de Ouka Lele, una «artista» conocida en los círculos madrileños.
Dicho esto, y vista la imagen, no queda más que concluir que este tipo de programas no son casuales. No responden a ninguna demanda, sino que ofertan algo bajo e inmoral, que mueve las pasiones humanas más indignas, para emponzoñar a quienes les siguen. Por lo tanto, sus ideas, puntos de vista, opiniones, formas de actuar y de expresarse, etc., son lógicamente asumidas por sus seguidores y más pronto que tarde reproducidas en sus casas y en la calle.
No es de extrañar que cada vez haya más gente indigna y miserable; que no queden hombres de verdad sino simios subnormales, o mujeres decentes y de admirable virtud, en vez de putas públicas y gratuitas sin pizca de pudor.
Y es que un país que tiene como referentes culturales a Sálvame y Mujeres y Hombres y Viceversa, sólo puede ser un país indigno. Un nación capaz de aupar al poder a Podemos, porque una cosa y otra van de la mano, o de defender la falsa igualdad entre hombres y mujeres, cuando lo que pretenden es degradar a unos y otros hasta hacerles perder toda identidad. Nadie puede acusar a Dios de nada en este mundo, pues hemos aceptado gustosamente el vicio y la perversión.
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